Varios científicos coinciden en que el aumento de la concentración de gases
efecto invernadero en la atmósfera terrestre está provocando alteraciones en el
clima. Este efecto invernadero es producido por las actividades humanas
industriales que arrojan a la atmósfera más dióxido de carbono (CO2) del que
nuestro planeta está dispuesto a soportar y procesar, el 80% de los gases de
efecto invernadero que producen el cambio climático están relacionados con la
producción y consumo de energía. El aire de la troposfera es el que interviene
en la respiración, en esta capa se encuentran las nubes y casi todo el vapor de
agua. Allí se producen todos los fenómenos atmosféricos que originan el clima.
Más arriba, aproximadamente a 25 kilómetros de altura, en la estratosfera se
encuentra la importante capa de ozono que protege a la Tierra de los rayos
ultravioletas. El dióxido de carbono y otros contaminantes
del aire se acumulan en la atmósfera formando una capa cada vez más gruesa,
atrapando el calor del sol y causando el calentamiento del planeta.
La
comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial,
el crecimiento demográfico y el consumo energético siguen aumentando al ritmo
actual, antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán
duplicado y una
cuarta parte de todas las especies de plantas y animales de la tierra se habrán
extinguido, acarreando consecuencias
desastrosas para la vida del planeta.
Hoy en día, los principales glaciares del mundo se están derritiendo a
causa del calentamiento global a una velocidad impresionante, contribuyendo a
un aumento del nivel de los mares, es un hecho que el cambio
climático es real, solo basta dar un vistazo a las sequías, tormentas,
huracanes e inundaciones que azotan al mundo, para comprender
que algo extraño está pasando con el clima.
Las temperaturas en el ártico han
subido el doble en últimos cien años, la capa de hielo que cubre todo esta área
ha decrecido considerablemente. En caso de que todo el hielo existente en esta
zona se fundiera, el nivel del mar aumentaría aproximadamente 61 metros; un
aumento de sólo 6 metros bastaría para inundar a Londres y a Nueva York. Las
regiones más afectadas serán el Ártico, África, islas de menor tamaño y los
glaciares del Himalaya.
Así mismo se
estima que la sequía y el deshielo dejarán sin agua dulce a mil millones de
personas, habriá olas de calor en Europa y Norteamérica y más muertes por
hambre y enfermedades en el planeta.
Otro dato relevante es que las precipitaciones de lluvias se han incrementado
en algunas regiones de América, Europa y algunas partes de Asia. Otras regiones
del Mediterráneo y el sur de África han experimentado sequías
más intensas. También los fuertes vientos y tormentas tropicales se han asociado
al calentamiento global. En 1984 el tamaño del hueco en la capa de ozono sobre
la Antártida era aproximadamente 7 millones de km², hoy es mayor a los 29
millones de km² (cuatro veces mayor). |
| Volcan Antisana |
El 2011 ha sido el décimo año más caliente desde
que comenzaron a llevarse registros en 1850, según informó la oficina en la evaluación
anual de las temperaturas globales. Este ha sido un año de climas extremos,
señaló el servicio meteorológico. La sequía en el este de África ha dejado
decenas de miles de muertos, y ha habido inundaciones letales en Asia, así como
14 distintas catástrofes en Estados Unidos con daños que alcanzan 1.000
millones de dólares.
Por todo esto a fin
de frenar el cambio climático, la humanidad debe demostrar que tiene la
capacidad de lograr una respuesta global, acordada por todos los gobiernos,
para salvaguardar la precaria estabilidad climática del planeta por encima de
los intereses de las transnacionales petroleras, automotrices, petroquímicas y demás
industrias. Debemos tener en cuenta que lo que hacemos hoy día, será en
beneficio de nuestros hijos, nietos y generaciones futuras.
En nuestras manos esta salvar el planeta y frenar
este desastre que arrastra severas amenazas que van desde el incremento en las
inundaciones a la propagación de enfermedades y la sequía en muchas partes del
planeta debemos actuar y
tomar acciones inmediatas, si queremos detener al menos en parte los impactos
del calentamiento global en los ecosistemas naturales, hagamos conciencia de
este problema nos afecta a todos, es hora de reaccionar y reflexionar que
lo que hacemos hoy, será en beneficio de nuestros hijos y generaciones
futuras. Hagámoslo por el bienestar del planeta que habitamos y vivimos y no
pongamos en riesgo el futuro de la humanidad.
