Hoy se cumplen 20 años de la muerte de Freddie Mercury, líder y voz de "Queen", una de las míticas bandas
de la historia del rock y uno de los rockeros más famosos del planeta. Han pasado
dos décadas desde que Queen se quedó sin voz, este cantante extravagante y genial, la
noche del 24 de Noviembre de 1991 falleció en su casa de Kensington en Londres,
a los 45 años de edad, a consecuencia de una bronconeumonía causada por el sida,
enfermedad que le había sido diagnosticada varios años antes.
Su nombre verdadero es Farrokh Bulsara nació un 5 de Septiembre de
1946 en la africana isla de Zanzibar, criado en la India, educado en un
internado de estilo inglés, a sus diecisiete años el tímido adolescente se mudó
con su familia a Inglaterra y comenzó a estudiar en una escuela de arte, donde
se recibió de Diseñador Gráfico. Más tarde, utilizaría sus conocimientos para
crear el logo de Queen, así como la tapa de los primeros discos del grupo.
Su imagen más clásica es con la chaqueta de estilo militar
amarilla y el pantalón blanco que llevó durante su gira de 1986, bigote y el
puño en alto, la pose inmortalizada en la estatua erigida en su memoria en la
ciudad suiza de Montreux, a orillas del lago Ginebra.
En sus tiempos mozos cambió ese nombre difícil de pronunciar por
el de Freddie y, cuando ya se dedicaba profesionalmente a la música, sustituyó
su apellido por Mercury (Mercurio, mensajero de los dioses).
Freddie Mercury mantuvo una relación de seis años con Mary Austin,
fue la mujer de su vida, su eterna compañera, la conoció en 1970 y estableció una amistad
que no se terminaría nunca. A Mary Austin le legó su casa y la mayor parte de su
multimillonaria fortuna, vivió con él por años en la lujosa mansión Georgiana
del barrio londinense West Kesington.
Mucho antes de que Freddie
le dijera a sus amigos íntimos sobre su enfermedad le confió su secreto a Mary. Desde aquel momento
ella estuvo allí cada día para intentar consolarlo mientras su salud se
deterioraba.
"La calidad de su vida había cambiado tan dramáticamente y
sufría más dolor cada día. Estaba perdiendo la visión. Su cuerpo cada vez más
débil, al tiempo que sufría pequeños espasmos. Freddie decidió que ya era bastante y abandonó todas
las ayudas médicas que le mantenían con vida. Simplemente dejó actuar a la naturaleza.
Lo sobrecogedor fue su increíble valentía. Miró a la muerte a la cara y dijo 'está
bien, lo aceptaré, me iré ahora.' Pero fue algo tranquilo y murió con una sonrisa
en su cara", expreso Mary.
Freddie Mercury, adoraba la ópera, estuvo
siempre unido al guitarrista Brian May y al baterista Roger Taylor, con los que
formó la banda Smile en 1967, luego aparecio el bajista John Deacon, los cuatro músicos
crearon en 1971 Queen y grabaron 12 álbumes de estudio, entre ellos los más aclamados ‘Sheer heart attack’ (1974) y ‘A night at the opera’
(1975), con un sonido que conjugaba rock, heavy metal y glam, dominado por la
guitarra de May y sobre todo por la imponente voz de Mercury, interpretada de
forma teatral, con un estilo imposible de imitar.
Con sus espectaculares presentaciones, Queen transformó la escena musical de
los años 70 y 80, y vendió mundialmente más de 300 millones de discos, la
mayoría después de la muerte de su cantante. Queen ofreció 708 conciertos con
Freddie Mercury a la cabeza.
A lo largo de dos décadas y 14 álbumes, Queen hizo todo lo que le
dio la gana en una aventura creativa integral a la que nadie pudo seguirle el
paso y de la que Freddie fue un innegable baluarte. Mercury compuso hits que
han atravesado el tiempo a fuerza de talento y originalidad como, por citar
apenas algunos, Bohemian Rhapsody,
Don't Stop Me Now, Crazy Little Thing Called Love y We are the Champions, esta última
creada para homenajear al Manchester United y que hoy se canta en los estadios
de fútbol de todo el mundo para celebrar las gestas del equipo local.
Freddie Mercury amaba a sus gatos de una manera
extraordinaria e incluso le dedicó una canción a uno de ellos, “Delilah”, que apareció en el
disco “Innuendo” de Queen, el
último publicado en su vida. Es más, en el último video que grabó -“These are
the days of our lives”-, el artista aparece vistiendo una camisa impresa con
los retratos de sus gatos preferidos.
El día de su entierro su ataúd llevaba una rosa roja encima y en
la ceremonia se escuchó la canción ‘Barcelona’, grabada por Mercury en 1987. Los
seguidores de Mercury no podrán rendirle tributo porque su cuerpo fue incinerado
y sus cenizas fueron esparcidas en el lago Leman, en Suiza.
El legado que nos dejó
Freddy Mercury es incalculable, hay cosas que no se pueden medir, solo hay que
sentirlas, escucharlas y disfrutarlas. Así que hoy, más que nunca, las razones
sobran para venerar a una figura mítica en la historia de la música, ese que
hoy, pese a su ausencia, sigue más presente que nunca.
“He vivido una vida plena y si me muero mañana me importa un comino. Lo he hecho realmente todo”, eso dijo Freddie, quizás imaginando que su figura estaba destinada a ser leyenda. |
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