miércoles, 8 de enero de 2014

LA LEYENDA DE MARIA SANGRIENTA



La leyenda de María Sangrienta casi todos la conocemos o al menos conocen el juego macabro en el que en la noche te paras frente a un espejo de un baño con las luces apagadas y con una vela encendida y repites tres veces María Sangrienta, para que de repente se aparezca el fantasma de una mujer y te desfigure el rostro o te asesine. Esta es una historia muy vieja conocida mundialmente, pero como todos los mitos hay gente que dice que es cierto y hay quienes que no. Hay varias versiones de la leyenda, por lo tanto les contare la que a mi me parece más real.

Esta historia comienza en un pequeño pueblo ingles, situado a unos cuarenta minutos de Oxford. Hacía muchos años, en aquella localidad había vivido una chica muy hermosa y vanidosa llamada María. El centro de su vanidad era su hermoso cabello rubio, que todas las noches peinaba, además de poseer un rostro de facciones perfectas que la convertían siempre en el centro de atención, y con una sola mirada de sus preciosos ojos azules todos los chicos del pueblo caían rendidos a sus pies.
Pese a su belleza, María no era un ángel. Su soberbia y su arrogancia no tenían límites, y pensaba que por ser tan hermosa era superior al resto del mundo, esto hizo que con el tiempo la envidia que sentían las chicas del pueblo por ella se convirtiera en odio.
Un día una mujer (no se sabe quién) cansada de las arrogancias de María, la fue a buscar y se escondió en el armario de su dormitorio, mientras ella cepillaba su cabello, le arrojó aceite hirviendo a la cara en venganza. María logró sobrevivir al ataque, pero su rostro quedo desfigurado, tenía quemaduras en el pecho y el cuello, y había perdido parte de su reluciente cabellera.


Pasaba los días enteros encerrada en su casa, sin permitir visitas. Tapó todos sus espejos con  sábanas para evitar verse reflejada en ellos, y se pasaba largas horas peinándose el poco pelo que le quedaba, mientras, se repetía una y otra vez que ella era la chica más guapa del pueblo. Con el tiempo María fue enloqueciendo y un día, incapaz de soportarlo más destapó uno de sus espejos y al verse reflejada en él lo rompió y uso uno de los pedazos de cristal para cortarse las venas.
Días más tarde encontraron su cuerpo desangrado encima de los restos del espejo, y la enterraron en el cementerio del pueblo, nadie acudió al funeral.
Varios años después de su muerte empezaron a correr extraños rumores, se decía que el espíritu de María no había abandonado este mundo, y que aún se podía contactar con ella si se la invocaba.


Esta es la leyenda de María sangrienta y de su juego macabro, muchos dicen que es mentira, pero tendríamos que preguntarles si alguna vez lo han intentado, se dice que los espejos son portales que nos pueden mostrar el futuro, que nos permiten hablar con nuestros antepasados o bien nos permiten comunicarnos con los dioses, así que es fácil pensar que si María quería mostrarse un objeto reflejante como el espejo era la herramienta indicada.
Los espejos ocupan un lugar muy importante en la mitología de los pueblos, hay quienes dicen, que además de captar apariencia de las personas, puede apoderarse de sus almas, y por eso en muchas culturas familiares de los recién muertos tienen la costumbre de cubrir todos los espejos de sus casas.
Bueno amigos los dejo espero se atrevan a comprobar cuan cierta es esta leyenda. Ya que hay tantas personas que aseguran haberlo hecho sin ningún efecto y otros que dicen que es real, se los dejo a su criterio. De todas formas nunca se burlen o pagarán las consecuencias.

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