martes, 12 de julio de 2011

HOMENAJE A FACUNDO CABRAL


En un acto condenable el pasado sábado 9 de julio, fue asesinado infamemente el célebre cantautor Facundo Cabral, de 74 años de edad,  a las 5:30 hs. de la mañana,  murió emboscado y acribillado de 16 disparos por un grupo de asesinos sin conciencia, ni perdón, cuando se dirigía al aeropuerto de Guatemala después de uno de sus recitales, se afirmó que el ataque habría estado dirigido contra el empresario nicaragüense Enrique Fariña, quien lo trasladaba en su auto y que sobrevivió a la agresión.
La trágica muerte de Facundo Cabral ha despertado indignación y conmoción en todo el mundo de habla hispana. Considerado uno de los mejores exponentes de la música latinoamericana, que une en su obra la crítica social con el contenido espiritual, compromiso que marcó la carrera del trovador argentino.
Rodolfo Enrique Facundo Cabral, nació en Puerto Plata-Argentina el 22 de mayo de 1937,  Sus padres fueron Sara y Rodolfo, cuando estaba a punto de nacer, su padre abandonó el hogar, fue el octavo hijo. Su infancia fue muy tormentosa, su madre no tenía trabajo y vivían en la pobreza.
Facundo tuvo una infancia tormentosa, dura y desprotegida, fue un niño rebelde, se escapó varias veces de su casa y paso un tiempo en un reformatorio de menores, es decir, este trovador desde que aprendió a caminar no se detuvo jamás, a los 9 años de edad se  fue rumbo al palacio presidencial en Buenos Aires, donde conoció a Eva Perón y la convenció para encontrar un trabajo para su madre. Cuando se fue de casa, niño aún, su madre lo acompañó a la estación y, cuando se subió al tren, le dijo: este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo libertad para vivirla, y Facundo cuidó de esa libertad como nadie, por eso fue uno de los pocos hombres independientes que anduvo por este mundo.
A los 14 años cayó preso debido a su carácter agresivo, pero fue ahí donde conoció a un sacerdote que lo acercó a la literatura, le enseñó a leer y escribir. Finalmente escapa de la cárcel para seguir su rumbo en la vida. Se traslada a Tandil, donde realiza todo tipo de tareas, limpiando veredas o como peón en las cosechas.
En el año 1959, tras aprender a tocar la guitarra, consiguió trabajo en un hotel y el dueño de éste le dio la oportunidad de cantar. Así comenzó su carrera musical, siendo su primer nombre artístico “El Indio Gasparino”. En 1970 ya se presenta con su nombre original y graba el éxito No Soy de Aquí, Ni Soy de Allá, con la que se dio a conocer por todo el mundo, grabando este tema en nueve idiomas.


Además de la grabación de más de dos docenas de álbumes, Facundo escribió numerosos libros, entre otros: "Conversaciones con Facundo Cabral", "Mi Abuela y yo", "Salmos", "Borges y yo", "Ayer soñé que podía y hoy puedo", y el "Cuaderno de Facundo". En reconocimiento a su constante llamado a la paz y al amor, en 1996 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró "Mensajero Mundial de la Paz.
Influenciado en lo espiritual por Jesús y Gandhi, su vida toma un rumbo espiritual de observación constante a todo lo que le ocurre a su alrededor, no conformándose siempre con lo que ve y su carrera como cantautor toma el rumbo de la crítica.
Facundo conoció a la madre Teresa de Calcuta en uno de sus recorridos como trovador. En una ocasión la madre Teresa le dijo  “¿Dónde vas a poner todo ese amor que tienes en tu corazón Facundo? La religiosa invitó al poeta a que la acompañara a ver a los enfermos de lepra.  Le dijo: ámalos a morir, hasta que duela. Facundo comenzó a limpiar a los enfermos de lepra y a sentirse nuevamente útil.  Poco a poco volvió a encontrarle sentido a la vida y desde entonces decía que estar triste, es faltarle el respeto a la vida. Facundo fue un hombre tolerante, sin embargo, siempre decía no me digas “No puedo”, porque eso es limitarte “tienes un corazón, tienes un cerebro, un alma, un espíritu… entonces ¿cómo puedes sentirte pobre y desdichado?”.

Pensé que Facundo Cabral era argentino, al escucharlo comprobé que era patrimonio de la Humanidad.

En 1976 se lo considera como cantautor de protesta, deja Argentina y se exilia en México, donde continúa componiendo y peregrinando incansablemente, lleva su pensamiento y su arte por el mundo.
Durante sus años de exilio, en 1978 cuando tenía 40 años, Facundo perdió a su esposa y a su hija en un accidente aéreo, cuando se trasladaban a encontrarse con él para asistir a un recital, él ofreció el concierto por respeto a la gente que pago por verlo y tan solo pidió un minuto de silencio, a esta tragedia la  considero un episodio más de dolor en una vida llena de dificultades.
En 1994 comenzó una gira internacional  recorriendo los escenarios junto a su amigo Alberto Cortez en la gira “Lo Cortez no quita lo Cabral”.
En 1996 comenzó a perder la vista, teniendo que ser intervenido quirúrgicamente debido a una obstrucción en la carótida. Por si esto fuera poco, enfermo con un cáncer terminal, pero él siempre decía que amaba la vida y ahora le tocaba luchar contra un terrible enemigo: “el cáncer”.  Vaya destino, el cáncer no lo mató, y lo asesinaron las balas de la violencia.
A pesar de su delicado estado de salud, Facundo siempre transmitía mucha paz y sus palabras nunca perdieron convicción y amor por la vida, siempre dejo un mensaje positivo a sus semejantes a pesar de lo mucho que sufrió en su vida, la pobreza en la que creció, sus persecuciones políticas, la trágica muerte de su esposa y su hija, además de vencer al cáncer por tantos años.
Me ha dolido la muerte de Facundo Cabral porque era un hombre bueno, sensible y humano ante todo, un ser humano que sobrevivió al dolor, que aprendió nuevamente a amar. Su trágica muerte ha despertado indignación y conmoción en el mundo entero. Mi único deseo es que se haga justicia en nombre de su memoria y de todo lo que nos dejó, nunca aceptare lo cruel, atroz, irracional e inexplicable de su muerte, solo me queda recordarlo como un luchador de la paz y la esperanza.
Gracias maestro, no eres de aquí ni de allá, ahora eres de una gran parte del cielo y allá seguramente encontraras la tranquilidad y la vida eterna.

Quiero dejarles con un extracto de una de sus últimas entrevistas realizada en Guatemala.

Pregunta: Qué metas le habría gustado cumplir? ¿O ha cumplido todas? "Me hubiera gustado escribir 'Cien años de soledad', pero ya la escribió -Gabriel- García Márquez. Me hubiera gustado hacer un gol como el segundo que le hizo Maradona a los ingleses y no lo hice. Me hubiera gustado escribir 'Breve Espacio', que es una canción maravillosa que compuso -Pablo- Milanés. -Reflexivo- ¿Sabes qué?... yo nunca he tenido una casa, no sé lo que es una casa, pero me hubiera gustado tenerla, bueno, viví otras cosas... Me hubiera gustado llegar a casa el 24 de diciembre y jugar con mis nietos, eso pudo ser muy lindo. Pero soy una rata de hotel y la pasé lo mejor que pude, eso fue lo que Dios me dio. A veces, cuando paso por los pueblecitos y veo a los viejecitos cuidando su jardín, pienso ¡qué lindo debe ser llegar a esa edad, estar ahí, con tu gente, no moverte! y eso no lo hice. Estoy muy mal de salud, tengo cáncer terminal, pero si la vida me da un poquito más de tiempo tal vez me vaya a un hotel, de los muchos que he conocido, para quedarme a trabajar al lado del jardinero. Sueño terminar cuidando flores, es lo que más me gusta además de la carpintería y el olor de la madera. Si me da un poco más de tiempo lo voy a hacer y si no, me iré así no más...”





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